Los seres humanos somos más que carne y hueso. Somos seres complejos y no es un secreto que para llevar una vida saludable, es necesario llegar a un equilibrio entre el cuerpo, la mente y el espíritu. Hablemos de esto, sigue leyendo...
Quizá te sucede que cuando digo la palabra "espiritualidad" de inmediato, piensas en religión. Sin embargo, la espiritualidad tiene muchas definiciones, pero en pocas palabras, es lo que le da sentido a tu vida. Es decir, más que ponerle la etiqueta de una religión o culto, la espiritualidad tiene que ver con la búsqueda individual que cada uno hace para encontrar el significado de la vida.
Para algunas personas, la mejor forma de expresarse en este sentido es a través de las oraciones, las prácticas religiosas, la meditación o incluso, mediante el arte, la música o el contacto con la naturaleza. En pocas palabras, cada persona practica su espiritualidad, a su manera.
¿Cómo afecta esto tu salud? A pesar de que no hay evidencias científicas concluyentes en cuanto a la incidencia de la espiritualidad en tu estado de salud, existen sin embargo razones para creer que las prácticas espirituales pueden hacer que vivas una vida mucho más larga y sana. Por ejemplo, en algunos pacientes con cáncer, se ha demostrado que hay cambios en el desarrollo de la enfermedad de acuerdo a si la persona enferma es creyente en algo o no. La espiritualidad en general, ha reportado ser un aliciente en la calidad de vida de la gente con cáncer. En las personas que padecen de depresión, se ha demostrado que las creencias en un más allá, en el sentido trascendente de la vida, les ayuda a recuperarse más fácilmente porque le dan otra dimensión a sus problemas y angustias.
No es un secreto que sonreír es bueno para la salud, seguramente lo has oído antes, ¿no es cierto? La personas espirituales, se conocen más a sí mismas y por esa razón, tienen relaciones mucho más sanas con los demás. Recuerda que muchas veces las discusiones con los seres que amamos, las malas relaciones, las peleas, todo esto, influye en nuestra salud puesto que causa estrés, ansiedad y dolores que no tienen una explicación aparente.
Otros estudios apuntan a que aquellas personas que se consideran espirituales, son capaces de sobrellevar mucho mejor las cargas de la vida cotidiana, e incluso contribuir a su propia sanación de las enfermedades o las adicciones.
Y mientras los científicos siguen investigando, yo por ahora te digo, que una mente tranquila, despejada, positiva, centrada en el amor por los demás y hacia la propia persona, es una mente que contribuye a que el cuerpo -por ejemplo, el sistema inmunológico-se fortalezca. Además, recuerda que el ser una persona sana no se refiere solamente al cuerpo, sino, como mencioné al principio, a la salud de un todo, que también involucra, la mente y el espíritu.
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