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6 de febrero de 2023

LA FUENTE DE LA FELICIDAD 馃摵 Lunes/6/Febrero/2023 En L铆nea Con Dios

11 de abril de 2019

C贸mo orar cuando no tengo ganas


C贸mo orar cuando no tengo ganas
A veces pensamos que solo deber铆amos orar cuando “lo sentimos” porque si no estamos siendo falsos delante de Dios. ¿Es esto cierto?
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Lo vemos por todos lados. Desde el cl谩sico “sigue tu coraz贸n”, hasta personas someti茅ndose a cirug铆as y tomando hormonas porque sienten que no est谩n en el cuerpo correcto. No hay duda: nuestra generaci贸n ha hecho de los sentimientos su dios.
Pensamos que la realidad se determina por lo que sentimos, pero la Escritura nos ense帽a otra cosa. Nuestros sentimientos son inestables y poco confiables; como advirti贸 el profeta: “M谩s enga帽oso que todo, es el coraz贸n, y sin remedio; ¿Qui茅n lo comprender谩?” (Jer. 17:9).
Incluso los expertos seculares se est谩n dando cuenta. Hablando acerca de la motivaci贸n, la escritora y conferencista Mel Robbins dice que “en alg煤n momento todos nos cre铆mos la mentira de que te tienes que sentir listo para cambiar”. En su libro The 5 Second Rule (La regla de los 5 segundos) Robbins expone que los cambios que deseamos se logran actuando, no esperando sentirnos motivados para actuar.
Si bien los cristianos sabemos que las motivaciones del coraz贸n son importantes, tambi茅n estamos conscientes de que nuestro ser interior est谩 siendo santificado paulatinamente. En esta vida jam谩s llegaremos a tener motivaciones puras todo el tiempo. En nosotros hay una lucha. Pablo escribi贸 : “Porque no hago el bien que quiero, sino el mal que no quiero, eso hago” (Ro. 7:19).
Si est谩s leyendo este art铆culo, muy probablemente es porque deseas tener ganas de orar. Orar es el “bien que quieres”. Pero encuentras que muchas veces terminas haciendo el “mal que no quieres”: descuidar tu vida de oraci贸n. La tensi贸n es real, pero en Cristo podemos vencerla.

Camina conforme a la verdad

Tengo una buena noticia para ti. No tienes que tener ganas de orar para orar. Si has nacido de nuevo, ya tienes todo lo que necesitas para orar y nadie te lo puede quitar. El Padre est谩 a tu alcance en cualquier momento gracias a la justicia perfecta de Jes煤s. Tienes un nuevo coraz贸n capaz de amar a Dios, y el Esp铆ritu Santo, quien te gu铆a a toda verdad, mora en ti. Tienes la Biblia, la cual te da luz y palabras cuando no tienes ninguna.
Mientras que el mundo camina de acuerdo a sus emociones, los cristianos caminamos conforme a la verdad.
Estas son las verdades a las que debemos aferrarnos cada vez que busquemos acercarnos a Dios en oraci贸n. No pongamos primero nuestros sentimientos, que aunque pueden glorificar a Dios, nos enga帽an muchas veces; no pongamos primero nuestro desempe帽o, que termina acus谩ndonos cuando hemos sido negligentes.
Mientras que el mundo camina de acuerdo a sus emociones, los cristianos caminamos conforme a la verdad. Cuando te sientas tentado “seguir a tu (desanimado) coraz贸n”, pred铆cate la realidad del evangelio. ¡Eres libre! No tienes que tener ganas de orar para orar.

Pero, ¿no estoy siendo hip贸crita?

A veces pensamos que solo deber铆amos orar cuando “lo sentimos” porque si no estamos siendo falsos delante de Dios. Aunque a primera vista parece un argumento razonable, se nos olvida algo importante: la oraci贸n es un mandato, no una opci贸n (1 Ts. 5:17).
Imagina que aplic谩ramos la misma l贸gica a la pureza sexual. “Le ser茅 fiel a mi esposo cuando tenga ganas”. Ning煤n cristiano se atrever铆a a pensar de esa manera. Sabemos que debemos someter nuestros deseos por amor a Dios y a nuestro pr贸jimo. En el caso de la oraci贸n es lo mismo. Lo que sentimos no justifica nuestras acciones pecaminosas.
Dios conoce nuestro coraz贸n. Podemos ser completamente honestos con 脡l y decirle: “Se帽or, no quiero orar, pero quiero querer. Cambia mi coraz贸n y dame deseos conforme a los tuyos”. 脡l es el m谩s interesado en transformarnos a Su imagen. 脡l ha prometido hacer la obra en nosotros hasta el final (1 Ts. 5:23). Nuestro trabajo es perseverar a pesar de lo que sentimos y aferrarnos a la justicia de Cristo cada vez que fallemos.
Si no tienes ganas de orar, ora. Cada vez que lo haces est谩s elevando una alabanza que dice: “Yo no soy dios, mis sentimientos no son dios, T煤 eres Dios y te necesito”.

Algunas ideas pr谩cticas

Lo dir茅 una vez m谩s: si no tienes ganas de orar, ora. Es parte de la lucha espiritual que est谩s llamado a enfrentar hoy. Aqu铆 hay algunas ideas pr谩cticas para ayudarte a perseverar en esta disciplina:
Si no tienes ganas de orar, ora. Cada vez que lo haces est谩s elevando una alabanza que dice: ‘Yo no soy dios, mis sentimientos no son dios, T煤 eres Dios y te necesito’.
Ten una rutina: Lejos de depender de la motivaci贸n, crear una rutina nos ayudar谩 a ni siquiera tener que preguntarnos d贸nde, cu谩ndo, y por cu谩les cosas oraremos hoy. Ten una hora y lugar determinado para invertir en oraci贸n. P铆dele a tus padres o c贸nyuge que te ayuden a guardar ese tiempo cada d铆a, evitando a toda costa llenar ese momento con otras actividades. Es bueno tambi茅n tener a la mano una lista de personas y cosas por las que quieres orar constantemente.
Ora la Biblia: Como parte de tu rutina puedes tener preparada una lista de pasajes que te ayuden a dirigir tus palabras en oraci贸n. Por ejemplo, puedes usar un salmo al d铆a y orar por tus pastores, familia, amigos, y circunstancias basado en el contenido de ese texto. Donald Whitney explica c贸mo hacer esto con mucho m谩s detalle en su libro Orando la Biblia.
Escribe tus oraciones: Uno de los problemas m谩s comunes a la hora de orar es que nos distraemos y perdemos el hilo de lo que estamos diciendo. En este art铆culo compart铆 c贸mo escribir mis oraciones me ayud贸 a concentrarme durante periodos de tiempo mucho m谩s largos. Puedes combinar esto con orar la Biblia y escribir pasajes que llamaron tu atenci贸n en tu lectura diaria; eso te ayudar谩 a aplicar a tu vida el texto y pedirle a Dios que te transforme conforme a lo que aprendiste.
Rinde cuentas: Aunque tu vida de oraci贸n puede ser algo muy personal, eso no significa que tienes que enfrentar las dificultades solo. Eres parte de la Iglesia, y Dios te ha rodeado de hermanos y hermanas que pueden ayudarte en tu caminar. Comparte tus luchas con un creyente de confianza, y p铆dele que ore por ti en esta 谩rea, que est茅 al pendiente de tu progreso.
Aprende de otros: No te averg眉ences de pedir consejo a tus pastores o hermanos maduros en la fe. A veces creemos que somos los 煤nicos que estamos batallando, cuando la gran mayor铆a de los cristianos hemos pasado por desiertos en la oraci贸n. Los que tienen m谩s tiempo en el Se帽or pueden ayudarte. Tambi茅n puedes encontrar consejo y 谩nimo en biograf铆as de cristianos conocidos por sus vidas de oraci贸n. No olvides asistir regularmente a las reuniones de oraci贸n de tu iglesia. ¡No hay mejor manera de aprender a orar que orando!
Sienta lo que sienta tu enga帽oso coraz贸n, ora. No dejes que tus emociones te priven del gran privilegio que es acercarte con toda confianza al Padre. 脡l conoce tus luchas; puedes ser completamente sincero sobre todas ellas. Persevera y ver谩s c贸mo ser谩s transformado por gracia a trav茅s de tus esfuerzos. ¡Dios ha prometido hacer la obra en nosotros! T煤 y yo solo debemos confiar y obedecer, sin importar las ganas que tengamos.

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