Pages inicio

30 de enero de 2011

La importancia de un amigo

Quisiera hablarle acerca de la importancia de un amigo. La importancia de un amigo. Y si yo fuera a hacer una pregunta, la voy a decir para que vayan pensando porque les voy a hacer una entrevista. Si yo les preguntara, qué significa para usted un amigo? Qué usted me respondería? Qué significa para usted un amigo, una amiga, sea lo que sea? Qué es un amigo para usted? Un hermano.

Qué es un amigo para ti? Alguien que se puede confiar. Qué es un amigo para vos? Eso mismo. Qué es un amigo para ti? Estamos iguales. Un amigo, qué es un amigo? Qué es un amigo? Una persona que se abre, que comparte. Qué es un amigo? Alguien a quien amamos y que nos ama. Voy terminando. Qué es un amigo? Un amigo es alguien que nosotros amamos y que nos ame y que nos entienda nuestras situaciones. Qué lindo se oye eso, yo no lo podría haber dicho mejor.

Hay una canción que dice, amigo es aquel que te extiende la mano, te cuida y vela por ti. Yo he sido el único que he escuchado esa canción o no? miren, vayan conmigo a Juan, Capítulo 15, porque este tema no me lo estoy sacando de la manga, consta. Juan Capítulo 15, verso 14. Enrique, en México qué significa un amigo? Oh, una responsabilidad, eso está bueno porque es bien cierto. Eso está bien cierto. Eso me gustó. Una responsabilidad, buena o mala? Buena.
Juan, Capítulo 15, verso 14, deja ver si este verso los hinca igual como me hincó a mí.
“… Jesús dice, vosotros sois mis amigos si hacen lo que yo les mando…”
Díganme acerca de una amistad con condiciones, eh? porque nosotros decimos, sí, yo te doy una amistad incondicionalmente. Pero hay amistades que tienen condiciones. Ustedes son mis amigos si hacen lo que yo les mando, y el verso 15 dice:
“…Ya no los llamaré siervos porque el siervo no sabe lo que hace su señor, pero los he llamado amigos porque todas las cosas que oí de mi Padre, yo les he dado a conocer…”
Este es el texto que yo voy a usar como base para lo que yo entiendo que van a ser dos o tres mensajes. Ahí hay dos amigos que están hablando. Esto lo voy a tener que dividir como en tres partes, porque no me va a dar el tiempo para poder correr todo lo que tengo aquí.
Pero miren, basado en las respuestas que ustedes dieron y otras cosas que tengo aquí en mi cabeza, y si yo uso, por ejemplo, Proverbios 17, miren cómo dice Proverbios 17:17, dice:
“…En todo tiempo ama el amigo y es como un hermano en tiempo de angustia. En todo tiempo ama el amigo y es como un hermano en tiempo de angustia…”
Miren, hoy día hay muchas personas que buscan, que viven y anhelan, y desean tener amistades genuinas. Yo soy uno de ellos. Yo no creo que haya nada malo con poder decir eso. Y la razón por la cual están buscando eso es porque de alguna forma u otra hay un sentido de soledad en su interior. Y puede ser, nosotros habremos visto en algún momento, personas que tienden a aislarse, que ustedes los ven que están solos o solas por su cuenta y como que nadie me mire. Como también puede ser una persona que tiene a muchos otros a su alrededor y usted lo ve que es una persona bien social y qué sé yo, pero a pesar de eso, hay un sentido de soledad. No se siente genuinamente conectado con otra persona.
Y la gente está buscando ese sentido de amistad. Hay muchos que lo desean con ansias, con ganas. Hay otros que han sido traicionados por lo que pensaban que era una amistad genuina. O sea, esto es algo que abarca una multitud de cosas y yo espero en estos próximos miércoles que tenga la oportunidad de poder abarcar en este tema y tocar alguno de esos puntos.

Pero miren, ese sentido de amistad yo puedo decir que está engranado en la misma naturaleza de Dios. O mejor dicho, en la imagen de Dios en nosotros. Si nosotros somos creados a la imagen de Dios, y nosotros sabemos que Dios es un Dios trino, Padre, Hijo y Espíritu Santo, tres seres habitando en uno, que hay una relación, una dinámica entre estos tres individuos que constantemente se hablan y se nutren y se informan el uno al otro, y toman acción el uno al otro. Esa misma imagen que está en Dios, esa misma imagen está en nosotros.
Por ende, en nosotros hay una necesidad de poder estar en conexión con otra persona. Muchos de nosotros encontramos esa conexión íntima en un cónyuge, un esposo, una esposa. Muchos de nosotros encontramos esa conexión en nuestros padres, o madres, o un hermano, o una hermana, un abuelo, una abuela, un tío, una tía, o en un pastor, o lo encontramos en un amigo, en una amiga que tenemos a nuestro alrededor. hay algunos que lo encuentran en el perro, en el gato o en la cotorra.
Válgame! Pero el asunto es que esa necesidad de conexión, de estar en relación, de interdependencia es algo innato en nosotros porque es parte de la naturaleza de Dios en nosotros. Así que el querer tener un amigo, una amiga es algo que se nos va a salir de los poros en alguna forma u otra.
Pero bueno, si yo les fuera a decir, cómo podemos definir la amistad? Ustedes me pueden creer que yo fui al diccionario de la Real Academia Española y no encontré una definición que me hiciera, hmm, que bueno se oye eso! No la encontré. La tuve que hacer yo.
So, les voy a dar una definición de acuerdo al diccionario de la Real Academia de Omar Soto. Miren lo que yo pienso que es una amistad, a ver si les convence, a ver si les puedo vender mi diccionario. Esto es lo que yo digo:
“La amistad, o un amigo, es una persona que profesa y vive una afinidad íntima con otro o con otra, de acuerdo a valores similares compartidos, sin exceder los límites de lo que pueda ser justo u honesto en esa relación.”
Es miércoles, Omar, no es domingo, por favor. Deja ver cómo puedo… déjenme darle para atrás un momento. Lo digo otra vez.
La amistad, o un amigo, es una persona que profesa y vive una afinidad íntima con otro o con otra, de acuerdo a valores similares compartidos, sin exceder los límites de lo que pueda ser justo u honesto en esa relación
Primero yo digo que es algo que se profesa y se vive. En otras palabras, no tan solamente María te estoy diciendo que soy tu amigo, sino que también en mi vida yo te muestro que soy tu amigo. Me siguen por dónde voy?

So, yo digo que soy amigo de una persona y mis acciones valorizan o le dan valor a lo que yo digo que soy. Así que se profesa, se vive. Cuando hablo acerca de una afinidad, estoy hablando de una afinidad basada en valores o intereses compartidos que puedan tener esas personas.
Y aquí esto puede ser un poquito tricky, porque puede ser que a una persona le gusta el futbol y al otro le guste el baseball, pero lo que pueden tener en común es que les gustan los deportes, ¿verdad? So, tal vez no hay algo genuino que comparten pero en esencia sí lo hay.
Por último, son personas que conocen sus límites y los respetan. En otras palabras, no están metiéndose todo el tiempo en sus cosas personales sino que le dan a la otra persona su espacio también.
So, qué tal ese definición, les convence sí o no? okay. Cómo surgen las amistades? Cómo surge una amistad? Aquí yo puedo decir que también esto depende, depende de cómo pueda surgir una amistad. Porque puede ser que una amistad se coja mucho tiempo, como puede ser que una amistad también empiece ahí del primer encuentro.
Miren un ejemplo bíblico. Vayan conmigo a Primera de Samuel, Capítulo 18, miren lo que pasó aquí, en el primer verso. Si les relato la historia que está antes, la historia que está antes es obviamente cuando David derrotó a Goliat, le cortó la cabeza y obviamente a él lo reportan y lo traen delante del rey Saúl y en una conversación entonces con el rey Saúl. Yo quiero que ustedes imaginen esto, en el palacio, David llega del campo ahí todo sucio, y tal vez con sangre salpicada en su cuerpo, y llega con la cabeza de Goliat, ahí en la mano. Y entonces está el rey Saúl sentado en su trono de frente, sus advisors están al lado de él, y por ahí, por una esquinita está su hijo Jonatán, viendo todo lo que está pasando. Entonces en Primera de Samuel, Capítulo 18, verso 1 dice:
“… Aconteció que cuando él hubo acabado de hablar con Saúl… ─él, siendo David ─ … el alma de Jonatán quedó ligada con la de David y lo amó Jonatán como a sí mismo. Y Saúl le tomó aquel día y no le dejó volver a la casa de su padre e hicieron pacto Jonatán y David porque él le amaba como a sí mismo y Jonatán se quitó el manto que llevaba y se lo dio a David y otras ropas suyas, hasta su espada, su arco y su talabarte…”
Miren esto. Esto fue una amistad que salió corriendo del primer cantazo. Es como que Jonatán se dio por completo, se identificó con David. Hubo algo que cuando se miraron cara a cara, fue como una conexión directa el uno con el otro. Hijo, tu eres mi panita fuerte, se escupieron, pon la mano ahí, por no decir que cogieron cuchillos y se cortaron la mano y un pacto de sangre ahí por siempre.
Pero eso fue una amistad que surgió rápido. Sabe una amistad que se tomó mucho tiempo en surgir? A qué no saben cuál es? La de Jesús con sus discípulos. Por qué, pastor Omar? Se recuerdan el verso que acabamos de leer, Juan, Capítulo 15? Saben que a los discípulos les costó 3 años para escuchar de Jesús que saliera de su boca, que él pudiese decirle a ellos, ustedes son mis amigos. Porque estas palabras que Jesús les estaba diciendo a sus discípulos, se las estaba diciendo momentos antes de él ser arrestado. Así que si ustedes cuentan el tiempo en que Jesús comenzó su ministerio antes de haber escogido a sus discípulos, hasta que los escogió y siguió desarrollando con ellos una conexión de maestro, aprendices, y llegó a ese punto, horas antes de ser arrestado y ahí fue donde les dijo, ustedes son mis amigos.
Esa relación de amistad se tardó 3 años en desarrollarse. Muchas historias, muchas jornadas, mucho tira y jala, mucho cuestionamiento, mucho aprendizaje, hasta uno le dijeron “apártate de mí, Satanás. No te conozco.”

Se tardan algunas relaciones en crecer. Así que todo depende. Pero la clave que yo puedo decir para toda amistad es tiempo. Es el tiempo, el tiempo, miren cómo yo digo, el tiempo intencional que uno le dedique a conocer y darse a conocer. Hay dos partes aquí. el tiempo que tiempo que uno dedique intencionalmente en poder conocer a alguien y darse a conocer también.
Ok, me explico. Si yo fuera hablar de acerca de alguna de estas características. Voy a dejar eso un momento. Vuelvo ahí a esa parte de ser intencional. Miren algunas características de la amistad. Yo no sé cuántos de ustedes han visto un email que se titula “La amistad es un arte”, a mí una vez me enviaron un email que decía así. No lo han leído ese email?
Es un email que básicamente lo que dice es que la amistad es un arte, porque un amigo lo que quiere hacer es saludarte, hablarte, escucharte, abrazarte, molestarte, aconsejarte y puedo seguir diciendo otras cosas que tienen que ver con arte pero no las voy a decir, me voy a enfocar en esas nada más.
Por lo tanto la amistad es un arte y el arte es algo difícil, es algo que coge tiempo. Una cosa es tirar colores en un canvas y otra cosa es ir detalladamente dándole forma a ese arte. Pero a la misma vez que es un arte, yo puedo decir que la amistad tiene distintas variantes. Están las personas que son los conocidos, están las personas que son los amigos, y está el o la amigo o amiga. Tu manita fuerte, como quien dice. Tu uña o tu carne como le quieras decir.

Ahora, pero asimismo yo digo que uno no puede ser un billete de 20 para todo el mundo. So, para darle paz en su corazón, es más, hasta el mismo Jesús, yo me atrevo a decir que hasta el mismo Jesús tenía sus círculos concéntricos, sus círculos de amistades, el mismo Jesús tenía esos círculos de amistades, aún dentro de sus propios discípulos. Saben por qué? Cuántos discípulos eran? 12, ¿verdad? Uno de ellos hay que descontarlo, so, vamos a pensar que eran 11. So, imagínense eso, uno de esos amigos ya estaba designado a que lo fuera a traicionar.

Pero dentro de esos 12, ok, Jesús compartía con cada uno de ellos, pero dentro de esos 12 habían 3 en particular con los cuales Jesús se apartaba a orar con ellos 3. Quiénes eran esos 3? Juan, Pedro y Jacobo. Estaban esos tres. Pero de esos 3 había solamente uno que Jesús le permitía que se recostara sobre su pecho. No, no fue Pedro. Juan.
Así que si ustedes ven, o sea, si yo veo este ejemplo de Jesús, que Jesús como quien dice, tenía su grupillo, por así decir, tenía sus niveles con quién entraba en intimidad de alguna forma u otra, y es bien interesante si usted ve los cuatro Evangelios, usted va a ver esa dinámica que se repite en distintas formas. Pero el asunto por el cual digo esto, mis hermanos, es que para que usted tenga paz. O sea, hay otro proverbio que un hombre puede tener muchos amigos, pero amigo que sea como hermano, solamente hay uno. Y hay veces que uno en ese deseo de poder tener amistades, uno se quiere vender como si fuera el mejor amigo de todo el mundo, pero a la misma vez no está logrando alcanzar nada. Porque queremos abarcar mucho y apretamos poco.
Así que, de nuevo, usted puede que quiera ser un amigo, pero no a todo el mundo usted le va a caer como un billete de 20. Algunos usted va a ser un billete de 1, para otros tal vez un billete de 10, para otros tal vez un billete de 50 o uno de 100. Así que, no voy a decir que para nadie usted va a ser un centavo, por favor, no lo voy a bajar a ese nivel.
Ahora, voy terminando con esto. De nuevo, voy a tener que darle un ‘to be continued’ a esto. Obviamente las amistades no son fáciles para desarrollar. Qué es lo que dice Proverbios 27, verso 17? Esto es algo que hemos oído mucho. Dice:
“…El hierro afila el hierro y así mismo el hombre afila a su amigo…”
Suena bien bonito esto, en inglés suena mejor: “Iron sharpens iron”. Suena nítido así. Pero ¿Saben qué? Ese proceso de que un hierro afile otro no es nada fácil. El proceso de que el hierro afile otro pedazo de hierro es un proceso que es bien duro. Y es más, hasta algunas personas puede ser que le de dentera, por así decirlo. Es más, yo me atrevo que, usted se recuerda ese sonido que hace cuando alguien arranca las uñas en una ventana de metal? Puede ser que nada más de yo mencionar eso y usted recordarse de ese ruido, ya usted esté como apretando los dientes. Yo solía hacer eso de maldad cuando estaba en la escuela.
Me estoy dando a conocer. Pero miren esto, yo recuerdo que en mi casa, mi papá tenía una piedra de afilar machetes. Nosotros teníamos un árbol al frente de la casa que lo podábamos obviamente con un machete. En aquel entonces no había de esos trimmers que se usan ahora para podar árboles, así que nosotros usábamos un machete. Y cuando yo aprendí a usar esa máquina, obviamente la piedra viene en esta dirección, dando vueltas, y uno tiene que agarrar el machete en la dirección contraria, para que pueda coger filo.
So, yo recuerdo que como mis manos no eran tan fuertes, cada vez que yo pegaba el machete a la piedra, se me iba con la piedra, porque no lo podía aguantar. Y yo, al ver esa imagen, en yo pensar en esa imagen, yo me digo, guau, que interesante porque cuando un hierro está afilando otro, son dos metales súper duros que están yendo en direcciones opuestas, más sin embargo el mero hecho de que van en direcciones opuestas, ahí es donde se le saca su mayor provecho. O sea, ahí es donde se afilan. Y ahí es donde yo veo, mis hermanos, donde está la belleza de uno poder tener un amigo.

Y aquí es donde yo voy a resumir, al menos esta parte para terminar. Ahí es donde yo veo la belleza de tener un amigo. Porque un amigo no necesariamente es la persona que te va a estar haciendo reír en todo momento. Un amigo es la persona que también se va a atrever a confrontarte y decirte lo que estás haciendo mal. Sí, un amigo es la persona que te va a tirar el brazo y va a llorar contigo, y te va a aconsejar, pero un amigo real es el que si te ve que estás, como con quien dice, te cogió con las manos en la masa, te lo va decir, papito, mamita, hay que revisar algo aquí. es la persona que se atreve a verdaderamente apuntar a quien tu realmente eres. Eso es un amigo de verdad. Porque es el amigo el que sí se va a sentar contigo tomándose un café, te va a escuchar, va a buscar entenderte. Si no entiende algo de lo que tu dices va a hacer un esfuerzo adicional por, dime más de esto, porque quiero verdaderamente entender qué es lo que tu estás procesando, qué es lo que tu estás viviendo, qué es lo que tu estás sintiendo. Está ese sentido de empatía que me voy a quitar mis zapatos para meterme en los tuyo y aunque sean incómodos, pero quiero entender a dónde tu estás.
Y eso, obviamente, mis hermanos, yo tengo que entender que no todo el mundo lo puede hacer. No todo el mundo lo puede hacer. Es más, usted no lo puede hacer con todo el mundo. Usted no está diseñado a abrirse como un libro a tutti li mundi. No. solamente con aquellas personas que usted haya encontrado una afinidad, que usted pueda hacer como Jonatán, que usted se quita su manto y se lo da a esa persona, se quita su espada y se la da a esa persona. Es como quien dice, usted se está desarmando por completo, y vertiendo en esa persona lo que usted es, lo que usted tiene.
Ahí es donde verdaderamente se mide un verdadero amigo. Donde no tan solamente apuntamos a las cosas bonitas, sino que también vemos esas asperezas y buscamos cómo afilarnos. Es el amigo que te va a decir, mira, esto hay que arreglarlo. Y si en algún día tu ves algo en mí que yo tengo que arreglar, por favor, no te lo calles, dímelo. Digo, lo estoy diciendo en el contexto de la predicación, no es que me vayan a dar a donde mí, pastor Omar, estoy viendo esto en usted. Bueno. Si viene inspirado de Dios se lo recibo.
Pero, me siguen por dónde voy, mis hermanos? Miren, hay un punto al cual yo quiero llegar con todo esto. Obviamente no lo voy a hacer hoy. Pero yo quiero que usted vaya pensando en estas palabras que yo estoy compartiendo con usted. Usted necesita un buen amigo, una buena amiga, y yo sé que en Jesús tenemos el mejor de todos los amigos, pero hace falta tener ese amigo o amiga que nos podemos pulsear, bueno, no pulsear, pero que podemos ir ahí de tu a tu. Ese amigo hace falta. Es el amigo que si tu dices a las de siete de la tarde, mira, necesito ir a comerme a pizza, quieres ir conmigo? Pues, vamos a comernos la pizza. O si tienes que tomarte un café a las 9 de la mañana porque necesitas procesar algo antes de ir a tu trabajo y necesitas procesar algo con alguien y ahí está tu amigo, y tu sabes que él puede sacar su tiempo para sentarse contigo, lo hace. O que si estás en un momento de necesidad y necesitas saber de alguien que verdaderamente va a orar por ti, no que necesariamente tu le dices, mira, fulano, ora por mí. Y te dice, sí, sí, sí, no te apures que yo te voy a mantener en oración, pero que va a ser una persona que cuando tu lo llames, ahí mismo en el teléfono te va a decir, vamos a orar ahora mismo.
Hace falta tener esos amigos. Estamos viviendo en un mundo donde ese sentido de amistad, mire que interesante, las ironías de la sociedad en la cual vivimos. Vivimos en un mundo donde ese sentido de amistad se busca por todos lados, más sin embargo se tergiversa en el sentido de que nadie confía en nadie. Y obviamente todo eso viene por un bagaje de otras cosas que las diré después.

Pero mire, hay alguien que está buscando en usted un amigo o una amiga. Usted está buscando en alguien un amigo o una amiga. El propósito de Dios no es que nadie esté solo, y eso que se habla en Génesis, no tan solamente se aplica a un contexto de pareja de hombre y mujer. También se aplica a nuestro diario vivir de que nadie esté solo, sino que nosotros podamos saber, como que guau, tengo una persona en quien puedo contar, que si necesito hablar con alguien, mira, sí, lo podemos hacer. Los pastores, mira, puede ser que nosotros los pastores seamos un billete de 20 para algunos, pero puede ser que alguien, mejor que nosotros, sea un billete de 50 o sea un billete de 100 para su vida. Pero todos juntos formamos un conglomerado que nos permiten ser parte de una familia.
Y mire, no se sienta mal. Si usted quiere tener una amistad bien íntima con una persona, pero esa persona no le responde. Fine. Busque otra persona. No hay nada malo en eso. Lo peor que puede pasar es que usted se frustre como que fulano no me quiere. Si fulano o fulana no te quiere, búscate a zungana que lo más seguro ella sí te quiere, búscate a melano que lo más seguro es que sí te quiere. Eso es lo mejor que hizo Dios, creó a toda una humanidad.
Pero, miren, lo voy a dejar aquí. solamente los quiero poner a pensar, a reflexionar en esa idea. Jesús nos llama a nosotros amigos, esa es la otra parte que voy a leer, y qué de Dios, qué de Dios. Cómo él es nuestro amigo y cómo nosotros somos amigos de él? Así que continuará.

Padre, te doy las gracias por esta noche que hemos podido compartir con mis hermanos y hermanas. Señor, en esta noche yo te pido que a medida que ellos se preparan para salir de aquí hoy, que tu los lleves con bien, que tu los lleves con tu dirección y que en su descanso de la noche, que tu te encuentres con ellos, que tu hables en sus sueños, Señor, y que su espíritu, su alma podrá estar receptible a lo que tu tengas que decir, y que mañana si así tu lo permites, nos concedas la fuerza, la sabiduría y la energía para poder lograr hacer lo que el día de mañana y lo que tal vez no logramos terminar hoy.
Así que, Señor, todo está en tus manos. Yo bendigo a tus hijos e hijas. Llévanos con bien a nuestros hogares, te lo pedimos en el nombre de Jesús. Amén y amén. Gracias, Señor. Bendiciones hermanos.
Sermón de Omar Soto

No hay comentarios:

Volando alto

Volando alto
Powered By Blogger