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31 de diciembre de 2010

O nace hoy, o me quedo sin cheque-bebé"


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Así es. Triste pero cierto. España, uno de los países con la natalidad más baja del mundo y el país europeo que menos ayudas por nacimiento da a las familias verá como esta noche a las 00:00, cuando el calendario pase de diciembre a enero, el denominado cheque-bebé desaparece.
Esto ha hecho que algunas familias, valorando dicha situación, hayan decidido presionar a los profesionales sanitarios porque “o nace hoy o me quedo sin cheque-bebé“.
Según se comenta, algunos papás han estado explicando abiertamente que necesitan el dinero porque están pasando una situación económica delicada y/o porque uno de ellos o los dos está en paro.
Otras familias, cuyos partos estaban programados por diversas razones para los primeros días de enero han preguntado también si no es posible programarlo para antes de acabar el año.
Quedaría un tercer grupo, que son las mamás y papás que no tratan de convencer a los obstetras para que les induzca el parto o lo programe antes, sino que simplemente preguntan cuáles son las estrategias que pueden llevar a cabo para provocar el parto y lograr así cobrar los 2.500 euros.

Los ginecólogos de la sanidad pública no ceden

Según se puede leer en los diversos medios informativos, los ginecólogos están declarando que se niegan a adelantar los partos que no están a término porque además de desaconsejable está absolutamente contraindicado por el riesgo que supone para la salud de los bebés.
La frase tiene trampa, porque se refieren a los partos que no están a término. Por suerte también han hablado de aquellas mujeres embarazadas de 37 a 41 semanas, cuyo nacimiento sí se consideraría a término, de las que han comentado que tampoco han querido provocar los partos porque si la inducción no progresa como es debido el parto podría acabar en una cesárea innecesaria, que conlleva mayores riesgos que un parto vaginal y que, además, va en contra del objetivo común de los profesionales: reducir el número de cesáreas.

Pero, con todo lo que han cedido ya…

Cuesta escuchar frases como “los médicos desaconsejan rotundamente inducir el parto sólo por razones meramente económicas si no existe justificación médica”, cuando muchas veces son ellos los que han inducido partos sin haber una justificación médica clara. Sin ir más lejos, y por ello hablo con conocimiento de causa, el primer parto de mi mujer fue inducido porque “vas un poco despacio” a eso de las 19 horas de un domingo, sin observarse síntomas de ningún tipo en el ritmo cardíaco del bebé (es decir, aceleramos porque sí).
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De igual modo son muchísimas las madres que hoy en día buscan un parto respetado en casa o en centros donde tienen buenas referencias, precisamente, para que se respeten los ritmos del parto y para poder parir tranquilamente sin interferencias que pretendan controlar y/o acelerar el parto.
Por suerte, la asistencia a los partos está cambiando poco a poco y cada vez son más los centros y los profesionales que se suman a una atención más personalizada y respetuosa con el proceso de parto, quizás por esta razón ante la situación actual los profesionales se niegan a inducir un parto, por los riesgos que ello conlleva (nuestro primer hijo nació hace casi 5 años y, aunque parezca poco tiempo, ha habido unos cuantos cambios en este tiempo).

En la privada, sin embargo…

Como siempre decimos, no se puede generalizar, pero parece ser, por lo leído en algunos medios, que las madres están encontrando menos resistencias en la sanidad privada. Algo totalmente lógico si tenemos en cuenta que las tasas de cesáreas programadas son mayores que en la seguridad social y que muchas veces son los mismos profesionales los que programan los partos según su propia conveniencia.
En el periódico “El País“, por ejemplo, podemos leer a una matrona explicar que “adelantar unos días el parto es algo relativamente frecuente en el sector privado. Lo hacen cuando llegan puentes, o la Semana Santa, o la Feria. Conlleva cierto riesgo sanitario, aunque no suele entrañar gravedad” o un ginecólogo decir que en los últimos días han llegado madres solicitando que se les haga la maniobra de Hamilton (separar las membranas para inducir de forma natural el parto), confesando que “si pasan de las 38 semanas y lo solicitan, lo hacemos”.
Fotos | Fotomontaje con imagen de Herkie, Hafdís H en Flickr
En Bebés y má
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