La tasa nominal es igual a la tasa de interés por periodo multiplicada por el número de periodos. La tasa efectiva, en cambio, es el interés que una persona realmente paga en un crédito o cobra en un depósito.
Pese a que se encuentra referenciada a un cierto periodo de tiempo, la tasa nominal contempla varios pagos de intereses en dicho plazo. Con la tasa efectiva, se calcula el rendimiento en un único pago por periodo.
Por ejemplo: la tasa nominal suele expresarse en base anual. Los contratos, de todas formas, pueden especificar que el interés se calculará varias veces durante el año (ya sea mensual, trimestral, semestral u otro periodo). El año, por lo tanto, puede dividirse en doce meses, cuatro trimestres o dos semestres. Si la tasa de interés es del 2% por trimestre, es posible hablar de una tasa nominal anual del 8% (ya que el año tiene cuatro trimestres)
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